lunes, 14 de septiembre de 2009

Una interrogante...


Todas las personas alguna vez han realizado cuestionamientos existenciales como: “¿Porque estamos aquí?” “¿Cuál es nuestro fin en la tierra?” —ahí quedan—

¿Quien sufre más?: "una persona que espera toda su vida" o "una persona que no espera a nada"
La verdad cuando me lo plantearon trate de pensar de modo pragmático (concepto lingüístico no filosófico) y me gustaría que se entendiesen las acepciones antes de proseguir.
El "esperar" alude a las expectativas que tiene un ser hacia la vida, lo que espera de esta y lo que cree que lo completara como ser (la creencia de ”lo que te llena”). Por ende “la persona que espera toda su vida” es aquella persona que siempre busca mas, que tiene más expectativas, que es inconformista con su medio y consigo mismo, contrariamente a “la persona que no espera nada”.

Me suelo inclinar (contestando la interrogante) por la persona que espera toda su vida, ya que se aferra a la esperanza de conseguir sus sueños y se ve frustrada cuando no los consigue. Quizás los momentos clímax que viva pueden ser muchos más intensos, pero la respuesta es clara. SUFRE MÁS una persona de esta índole.
La expectativa de conseguir algo anhelado y su frustración produce una acongoja mucho mayor de lo que produce el vivir la vida con propósitos menos “complejos” (“complejidad” desde la idea de un análisis comparativo entre posiciones propias y externas y realización de una etiqueta netamente subjetiva etc. --no seguiré relativizando sino llegamos a nada--), puesto que para el ser que no espera a nada los acontecimientos son menos relevantes y la vida más simple… una vez un gran maestro dijo: “entre más tontos y menos conciencia tengamos del mundo, más felices somos” (L.R).
--¡Sí!, podrías decir que soy poco idealista, la verdad es que no, lo soy en demasía y “un sabio de la montaña” me enseño el valor del concepto a cabalidad, por esto mismo, al poseer la vida del que siempre está en espera de lograr esa anhelada trascendencia, sufro bastante—
Muchos idealistas podrían plantearme que el individuo que no espera nada sufre más, ya que su vida es vacía, sin ilación y que no podrían concebir su vida sin aspiraciones a “trascender” desde lo subjetivo. Contrariamente a esto, esta clase de sujetos (“que no espera nada”) no toma conciencia de lo “vacía” que es su vida (“vacio” definido al igual que “complejidad”), sino, cambiaria su conducta basándose en sus necesidades. (¿Suena categórico no?, podríamos decir que existen mil factores de diferente naturaleza externa, que evitan que cambie su conducta, no obstante al referirme a conducta lo hago abarcando la psique y siempre hay conductas manifiestas, que revelan aspectos de esta —lo que permite inferir—).

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